miércoles, 12 de marzo de 2014

Hola, queridas mías:

Llevo mucho tiempo desmotivada con lo de perder peso. Ya me he acostumbrado a la "nueva" imagen de mí misma obesa en el espejo. Cuando empecé a engordar, me daban ganas de llorar y me chocaba. Ahora hace tanto que está así y que cada día se agrava un poco más, que ni me duele. Ya no lloro cuando veo mi grasa, ya no me dan ganas de no salir a la calle porque no quiero que me vean gorda. Ya me he acostumbrado a ser gorda. 

Pero todavía una parte dentro de mí sabe que esto es solo algo pasajero, que estoy pasando una (larguíiiiiiiisima) etapa de gordura, pero es eso, una etapa, y que la que fue flaca, puede volver a serlo. Por eso, una y otra vez vuelvo al gym, vuelvo a intentar comer sano, vuelvo a blog a escribir mis buenas intenciones (como ahora) para que, al hacerlo oficial, me pueda motivar más y de verdad llegue a ser flaca de nuevo.


Pero ninguno de esos intentos en los últimos dos años ha funcionado. Soy muy inconstante y tengo una maldita obsesión por comer, comer, comer, comer, comer... Sobre todo cuando estoy sin hacer nada. Puedo comer algo que me apetece mucho, puedo comer algo que no me apetece nada, solo por el hecho de comer algo, puedo comer hasta que me duela la barriga y tenga la impresión de que debería ir al hospital, puedo gastar el poco dinero que me quede, aunque esté en las últimas, en un último atracón y luego no tener para salir ni para hacer nada en todo el mes... Maldita obsesión, maldita puta mierda de obsesión. Para mí, la comida es una droga que me está matando. Antes me mataba mentalmente también, ahora ya solo me estoy envenenando físicamente con todos mis malos hábitos. Lo "bueno" es que consigo seguir con una vida normal aunque sea gorda. He tenido periodos semi-depresivos de encerrarme en casa durante semanas o meses de atracones porque no quería que nadie me viera, porque salir de fiesta era como exponer desnuda todos estos malditos kilos de grasa asquerosa, y ni hablemos de ir a la piscina o a la playa. Ahí había que ir hasta arriba de ropa, ropa incómoda que me quedaba pequeña y que me hacía estar incómoda mientras estaba sentada en la arena con mis amigas.


Y bueno, quiero decir que estoy aquí otra vez porque por enésima vez he vuelto a cambiar de país y de ciudad, vuelvo a empezar una vida nueva en otro lugar (las que hace tiempo que me leéis, tal vez os acordéis de que siempre me ando mudando de un sitio para otro). Eso sí, ahora estoy más cerca de la mayoría de vosotras, porque hace unos meses que di el gran salto y estoy en Latinoamérica! Espero ser constante y actualizar cada día para motivarme día sí y día también. Las chicas bloggeras me animáis mucho. Es mucho mejor actualizar en una franja horaria cercana a la vuestra (aún así no me olvido de las españolas que publican, ¿eh? Yo lo leo todo aunque no comente, estoy algo pasiva, sorry).


Para empezar ya me he apuntado al gym. El lunes hice aerobox y tengo unas agujetas brutales por cada musculito de mi cuerpo. Lo mejor es que ME ENCANTA. Amo sentir el dolor de las agujetas, amo notar cuando me muevo que cada músculo dolorido que siento es un músculo bien ejercitado. Lo echaba de menos. Ayer  martes no fui al gym porque llevo mucho sin hacer deporte y quería dejar a mi cuerpo reposar un poco, pero a cambio salí a caminar dos horas por mi barrio. Hoy volveré y haré Zumba, que me encanta y siempre me pone de buen humor. También haré una clase de media hora que tienen antes para ejercitar tren superior y piernas.


Por ahí, una cosa superada: la parte del ejercicio ya está más que en marcha. Hay que sudar un poco cada día, esa es una de las claves del éxito, de las que me han funcionado a mí cuando he adelagazado 10 kilos y cosas así. Justo como leía ahora mismo en el blog Se puede conseguir, hay que meter en la rutina diaria de la vida de una lo de hacer deporte, igual que te lavas la cara y te vistes cuando te levantas por la mañana. Además, lo bueno del deporte no es solo que acelera el proceso de adelgazamiento, es que te hace sentir rebien. Al menos a mí me da un subidón de endorfinas que pa qué. Después de un buen entrenamiento donde lo has dado todo y has aguantado esas repeticiones de más o has bailado Zumba como si no hubiera un mañana, una sale con otro espíritu. He tenido épocas de una vagancia extrema, pero las épocas "deportistas" siempre me han hecho sentir mil veces mejor. He aquí mi apología del deporte, jajaja, chicas, moved el culo!!!


Por otro lado, tengo que comer bien. No hace falta explicar mucho lo que es (no comer dulces, ni azúcar, ni alimentos procesados, ni muchos lácteos que hinchan, reducir las harinas al máximo, mucha verdura, algo de fruta, proteínas buenas sin grasa, etc, etc...). En fin, la historia de siempre. Sabemos bien qué hay que comer, lo que no sabemos, al menos yo, es cómo llevarlo a cabo.

Tengo que entrenar a muerte mi fuerza de voluntad. Tengo que trabajar en mi cabeza, o sea, tengo que entrenarme para convencerme de que no quiero comer mierdas y de que lo que mi cuerpo necesita es comida sana y nutritiva. Que no soy dependiente de ningún alimento mierdero, que cuando me apetezca algo que no debería comer, es tan fácil como decir: PUES NO VOY A PUTO SUPERMERCADO A COMPRARLO PORQUE SOY UNA MUJER, NO UN ANIMAL, Y NO SUCUMBO TAN FÁCILMENTE A MIS INSTITOS BÁSICOS, COÑO!!!

Lo malo es que eso es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Pero tengo que hacerlo. Lo voy a hacer. Así es, lo voy a hacer. Esta vez es la buena. Me encanta la nueva ciudad en la que vivo, me encanta la vida que tengo, llevo un mes aquí y hasta tengo trabajo. Me encanta mi trabajo, me encanta la gente de aquí, me encanta su acento, me encantan los atardeceres en la playa de este lugar, me encanta la amiga con la que vivo que es como mi hermana y me quiere y me cuida y le importa una mierda si peso 77 o 130 kg. O sea, tengo casi todo lo que puedo pedir. Esta vez no puedo dejar mi obsesión me lo arruine. No quiero.


Voy a cambiar mi manera de pensar y así voy a cambiar mi vida.

¡¡¡Venga, chicas, nosotras podemos!!!





















8 comentarios:

  1. Me encanta el
    Positivismo. Es contagioso. ¿donde estas viviendo?

    ResponderEliminar
  2. Hola preciosa! Ayyyyy qué decirte, muero de ganas porque vengas a Buenos Aires y nos encontremos y vayamos a tomar algo y ♥♥♥♥♥♥♥♥.
    Sé que sos perfectamente capaz de lograr lo que querés, y si estás motivada, te va a ser más fácil todavía. Si te sirve de 'guía' y te llevás con el inglés, acá hay una chica que tiene un cuerpo increíble a base de ejercicio y comida sana: http://realbarbielifts.com/monthone
    También hay un blog de un programa que quizá escuchaste, Cuestión de Peso, que bajan un montón de kg onda The Biggest Loser y comen bien. Está el día a día en diferentes entradas y parece plausible; yo creo que la voy a tomar de ejemplo: http://www.drcormillot.com/
    Un beso grande y muchos éxitos, dale que vos podés!♥

    ResponderEliminar
  3. entiendo como te sientes con toda la grasa en cima sin poder salir a disfrutar de la playa y el sol y eso que no tienes estrias!!
    vaya tenemos que querernos aceptarnos porque nadie más lo va hacer comenzamos por nosotras y luego por el resto..
    te deseo lo mejor
    te sigo :D

    ResponderEliminar
  4. Me da envidia la facilidad que tienes para cambiar de país, me gustaría poder hacerlo :(
    Cómo has hecho para marcharte a latinoamerica? Te has ido a la aventura total?

    Disfruta mucho, y come sano :)

    ResponderEliminar
  5. Acabo de ver tu comentario en mi blog. Mándame un email con tu face a lasaventurasde.poppy@yahoo.com y te agrego ;)

    ResponderEliminar
  6. Hola encontre tu blog, y pienso lo mismo: La comida es un droga. Y soy un adicta de esta, sin embargo siempre empiezo aunque este cansada

    ResponderEliminar
  7. Me ha encantado el post, sincero y positivo :D

    ResponderEliminar

Gran parte de mi fuerza de voluntad depende de vuestros comentarios de ánimo. ¡Gracias!