martes, 28 de agosto de 2012

69,5 kg (y ya de paso me desahogo)

Bueno, eso es lo que he visto esta mañana al levantarme después de 12 horas sin meter comida en el cuerpo, que no es mucho porque de esas 12 horas la mayoría estaba durmiendo así que nada de ayuno... Pero la balanza decía que solo he perdido 300 gramos. 

En realidad debería estar contenta, porque no es que haya perdido "solo" eso. Para lo mal que al final terminé por comer ayer por la tarde, demasiado es que haya perdido si quiera esos 300 gramos. Debería haber engordado. Gracias, cuerpo. En realidad eres el puto amo pero soy yo la que te mete comida y mierdas que no quieres y que no necesitas y aún así me tratas tan bien. 

Siempre lo pienso... Yo tengo un buen metabolismo. Yo siempre he sido una flaca natural. Pero claro, eso cuando comía para saciar mi hambre (que casi nunca solía tener, la verdad) y punto. Luego con los 16 y 17 años me empezó a gustar demasiado la comida y ahora es una maldita obsesión que no me deja en paz. Pero bueno, ya he decidido que voy a abandonar este disfraz de gorda para volver a mi verdadero yo que está enterrado debajo de tanta comida basura.

He cogido unos vaqueros de la talla 38 (o la 10 en la otra medida, que no sé cómo se llama, la que usan americanos e ingleses creo que es) que me compré el año pasado cuando conseguí meterme con un poco de esfuerzo y chichas apretadas en una 40 (ingenua de mí, creía que jamás volvería a engordar esos kilazos que perdí...) que son de esos desgastados y que me ENCANTAN. También he cogido un corset preciosísimo de mi hermana que es azul marino y tiene florecitas pequeñas en rojo y tonos amarillos y blancos. Es super femenino y hace la forma del pecho super atractiva. Es la talla M. Bien, pues esa es mi motivación. Lo tengo encima de la banqueta donde pongo mi ropa, encima de toda la ropa que me suelo poner, para que cada vez que vaya a vestirme con mis camisetas que se estiran y que son cómodas, vea esa ropa y sueñe con una noche de fiesta en Musik (mi sitio favorito) en la aquel chico que ahora pasa de mí pero al que yo le gustaba cuando era delgadita y guapa me ve y se arrepiente de haberme dejado escapar porque me puse sebosa. 

Aaaay, y así me paso los días, soñando despierta. Todas las horas que trabajo en la fábrica me las tiro pensando en estas ensoñaciones de cuando se me vean las clavículas y los huesos de las caderas, de cuando se me marquen los pómulos y mis ojos parezcan grandes y no dos ojos de cochinillo como parecen ahora... De cómo yo antes era guapa pero nunca me di cuenta. Ahora veo fotos y me digo: por dios, en qué me he convertido? Yo no tenía tanto acné, ni estaba así de gorda. Me ponía lo que quería y encima no era presumida. Cuando alguien me decía algún piropo, yo ni me lo creía porque aún tenía en mente esa cría de 13 años, seca, sin gracia, con gafas feas y aparato en los dientes de la que todos se reían por fea y empollona. Y con 16 años yo era una monería de niña pero no me daba cuenta... Si hubiera seguido por el camino de la delgadez, ahora sería como mis amigas, que son muy monas y no paran de ligar. Cada vez que salgo con ellas es la pena máxima, porque si alguien habla conmigo en un bar es para acercarse a ellas... Lo que más me jode es que yo podría ser una de ellas y no lo soy por débil y por darme a la comida. 

Intake hasta ahora:
Desayuno: 1 tomate + atún en lata
Comida: ensalada de lechuga, tomate, 1/2 zanahoria, 1/2 pepino, un trocito de pimiento verde y chorritos de limón + dos cucharadas de morcilla (ESO NO ME HACÍA FALTA PARA NADA PERO SOY UNA GORDA QUE NO SE PUEDE RESISTIR)

A ver si esta tarde no la vuelvo a cagar como ayer, que me comí cómo ochocientas mil galletas integrales con leche...

Cuando vuelva a las 8.30 de darle clases a mi alumno, me voy a ir a dar un paseo largo y ya después quiero cenar solo proteínas: dos huevos cocidos y una rodaja o dos de jamón o algo así. Seguro que con este cuerpo maravilloso que tengo mañana habré perdido al menos medio kilo.

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