miércoles, 31 de octubre de 2012

1

Intake 1

Desayuno + Comida: Hamburguesa (solo la carne, sin aceite, a la plancha) + verduras revueltas con champiñones (sin aceite) + manzana

Cena: mucha cerveza (voy a salir, es Halloween) + ...
Hamburguesa + verduras (en casa)

Edit: entonces iba tan borracha que en casa de una amiga (ya de madrugada) me comí 
un tarro de cuscús, 
un trozo de chocolate negro,
 pesto, 
cereales, 
y en casa le cogí a mi compañero de piso 
dos bollos con chocolate y 
un trozo bien grande de bizcocho con pepitas de chocolate y también 
pasta 
que tenía cocinada ya tres días en la sartén.

Atracón al volver a casa borracha y encima con comida que no es mía.
Eso me da una vergüenza brutal cuando ven que les he cogido comida... 
Y encima no lo puedo reponer porque las tiendas están cerradas.



ANA



Voy a empezar la época con Ana más fuerte que haya tenido jamás. 
Ya lo he decido.


Me veo gordísima, me veo feísima, sé que habrá días en que me hundiré y no querré ni salir a la calle de la vergüenza que me dará que los demás vean lo sebosa que soy, pero no por eso voy a parar mi vida.
¿Por qué?
Pues porque aunque dé asco verme, si no salgo y no hago nada, me quedo en casa, y si me quedo en casa, como, y si como, la próxima vez que quiera salir estaré aún más gorda y será un círculo vicioso del que nunca podré salir. Pero llevo ya por fin cuatro días sin darme ningún atracón después de semanas de atracones constantes y por fin he conseguido romper el círculo y quiero que siga roto mucho tiempo. 
Por muy de bajón que esté, por mucho asco que dé a los demás o a mí misma, no pienso parar. 


A partir de mañana mi único capricho será el alcohol. 
Lo único escrito en mi lista de la compra será pechuga de pollo, lechuga, tomates y frutas.
Nada más.
Cuando vuelva a casa borracha no tendré nada con lo que darme un atracón.
Cuando sea la hora de la merienda tampoco tendré nada con lo que darme un atracón.
Desde este lunes tengo dos semanas de vacaciones en el trabajo.
Cuando vuelva dentro de dos semanas, quiero que mis compañeros de trabajo se queden BOQUIABIERTOS de ver todo lo que he adelgazado.


Nunca en mi vida me había pintado las uñas hasta hoy. 
Lo he hecho porque con unos dedos finos, quedaría mucho mejor. 
Lo he hecho para recordarme cómo se ven mis dedos rollizos cada vez que me me vea el pintauñas puesto, y para recordarme que tengo que ser fuerte, y lo que es más, QUE LO SOY. 
QUE AUNQUE SEA UNA GORDA AHORA, NO SIGNIFICA QUE NO PUEDA CAMBIAR.


Han pasado ya 3 o 4 años desde que soy tal sebosa, que antes me veía como que no era yo pero ahora hasta me he acostumbrado y eso sí que no puede ser. No puedo asimilar este cuerpo artificial y forzadamente engordado como mío porque entonces me conformaré y seré una gorda para siempre. 
Y lo peor no es que seré una gorda.
Lo peor es que seré una infeliz.








sábado, 27 de octubre de 2012

Pues sigo siendo una gorda pero hoy me he levantado contenta.
Ayer desayuné 2 tomates, comí un par de huevos duros con verduras.
Hasta ahí todo genial hasta que vino una amiga a traerme comida que se le iba a poner mala porque se va de viaje. Todo era genial (me trajo muchas verduras, uvas y como tres pepinos enormes jaja) excepto 9 yogures.

No entraban los yogures en mis planes, pero me comí uno et voilà, se desató la fiera. Me comí los 9 de una sentada. De eso no estoy nada orgullosa, por supuesto.


De lo que estoy orgullosa es de que me dije: vale, hoy que ibas tan bien y te has levantado tan motivada (gracias, Pinkie) te has zampao los yogures como una loca, pues hoy no cenas.

Siempre que me dio un atracón me digo que hoy no ceno y siempre es mentira.
Y encima anoche salía de fiesta y bebía, que las que me leéis sabéis que eso me desata a mi gorda interior mucho más. Pues me he levantado hoy a eso de las 12 del mediodía SIN HABER COMIDO NADA DESDE LA HORA DE COMER.



En realidad ni lo hice a  propósito: después de comer me dormí, entonces me puse a ducharme, a arreglarme y todo eso y ya empezó a venir la gente a casa (hice una pequeña fiesta antes de salir) y luego mis amigas las delgadas, cuando ya estábamos por ahí de bares, se empeñaron en que fuéramos a por unas patatas fritas y un kebab. GRACIAS A DIOS ESTABA TODO CERRADO YA. Mi yo gordo y mi yo delgado me mandaban señales totalmente opuestas, como de costumbre: 

La wanna: No quiero comer. No quiero comer. No me hace falta. No tengo hambre. Me he dado antes un atracón. No me lo merezco, y encima patatas fritas, y a estas horas, y para irme a dormir. ¡Venga ya! No, no y no. Solo hay que dejar que pase una hora y ya estaré en la cama durmiendo y con la boca bien cerradita. ¿Por qué no puedo esperar tan solo una hora y levantarme mañana con buen cuerpo, en lugar de con la panza hinchada y encima con resaca de beber? Sé que me odio cada mañana que me levanto así y estoy harta de odiarme. Nunca más.

La gorda sebosa: No tengo dinero encima... Pero mis amigas sí. Le puedo pedir dinero a Sofía y luego cuando llegue a casa se lo doy. Un kebab ahora, qué bueno... O si no, como no llevo dinero, les quito unas pocas patatas a cada una sin que se note, así como algo pero tampoco mucho. Mmmm... o no, mejor le pido el dinero a Sofía, si total, se lo devuelvo ahora, no pasa nada. Mmmm... kebab... Hace horas que no como, me lo merezco.



Pero gracias a dios, ocurrían dos cosas:

1. Todos los puestos de comida estaban cerrados.

2. En casa no tenía nada que apetezca si no tienes hambre de verdad: solo tenía verduras (que hay que cocinarlas) y huevos (que también hay que cocinar).

Y una vez ya en casa, solo me quedaba meterme en la cama, así que me metí corriendo antes de plantearme robarle comida a mi compañero de piso.



Bueno, esa es la historia, y hoy estoy muy contenta conmigo misma porque estoy sola en casa, sin hacer nada, momento idóneo para bajar a la tiendo, comprarme unos brioches con pepitas de chocolate y comerme la bolsa de 8 entera de una sentada, pero no. No lo voy a hacer porque no tengo ansiedad y no tengo ganas y me siento "vacía" en comparación con estos últimos días de atracón y tripa llena que he llevado. Además, eso, que me da mucha pereza. Tenía pensado salir a andar para adelgazar algo pero bueno, aunque no salga a andar, tampoco salgo a comprar dulces de mierda. 

Y eso es todo, mi intake de hoy:
Desayuno-comida:  3 huevos duros (sin aderezo ni nada) y un puñado de uvas.
Merienda-cena: 2 huevos con aceite y sal, verduras salteadas y otro puñado de uvas.

Espero que esta sensación de control dure muuuuuuuuuucho tiempo.



Ah, y también estoy buscando un gimnasio. En cuanto tenga mi primer sueldo, me apunto sin falta. Echo mucho de menos hacer pesas, bailar y sentirme sana.

Un beso, prins.



viernes, 26 de octubre de 2012

PÁNICO

Creo que mi padre ha encontrado mi blog.
Me quiero morir.

POR FAVOR, NECESITO QUE ME DIGÁIS SI UN ANÓNIMO LLAMADO SUPUESTAMENTE "MAY" OS HA DEJADO ALGÚN MENSAJE INTENTANDO DAROS ÁNIMOS Y AYUDAROS.

A mí sí, dos veces, y creo que es mi padre.

jueves, 25 de octubre de 2012

Solo quiero dejar de estar obsesionada.
Odio esta obsesión.
Te deja seca.


Llevo semanas de no cuidar lo que como.
Llevo varios días de atracones.
Me levanto: atracón.
Antes de acostarme: atracón.
Uno detrás de otro.

Debo de estar en los 74 o 75 kg. 
No tengo báscula, así que no lo puedo comprobar. 
No sé si eso es mejor o peor. 



La letra de esta canción está muy bien.
Me veo muy identificada y también da bastante fuerza.
Si tenéis un rato, escuchadla.

Ayer hizo un mes desde que estoy en Francia. 
En mis horas libres (que son muchas, ya que apenas tengo horas de trabajo), en las que no estaba de excursión con amigos, o en el cine, o tomando un café o en una fiesta, simplemente me he dedicado a estar en casa comiendo.
"¿Qué es lo que más te gusta hacer en tu tiempo libre, niña?"
"Comer."

Que alguien me mate.

Me quedan 6 meses más aquí. 
Y solo yo decido si serán como este y volveré a mi casa rulando de lo gorda que estaré
o
si volveré igual que estoy 
o
si volveré delgada y feliz como sueño cada día.

No puedo creer que haya pasado un mes.
Si hubiera hecho lo que debía un mes entero, ahora mismo estaría en unos 65 kg como mucho, y estoy en casi 75.

No dejéis que un atracón de un día o una mala racha de una semana se convierta en un mes, porque entonces os pasa lo que me está pasando a mí, que ya ni veo la salida en este túnel.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Fiestas

Pues anoche, en la fiesta de cumple de una amiga, me lo pasé muy bien.
Pero ya sabéis, el sentimiento "gorda-comida-adelgazar-odio mi cuerpo" siempre está presente. Había mucha comida encima de la mesa y me gustó ver que me daba igual que estuviera allí. Quiero decir, después comí patatas fritas, chocolate con trozos de caramelo, un poco de M&Ms, pero nada de atracón, un poco por allí y un poco por allá. Lo que me hace ver que era "normal" es que no creo que comiera más que el resto de gente que allí había. Y repito, me tranquilizó mucho la sensación de no tener la ansiedad de tener que tirarme a por ese tipo de alimentos. Hasta que no pasó un buen rato no toqué nada, y ¿por qué? 
Pues porque estaba ocupada, bebiendo cerveza, hablando con la gente. Estaba a gusto, estaba entretenida, estaba tranquila, me estaba divirtiendo y además no podía ver mi reflejo por ningún lado.

A veces me doy cuenta de que, mientras llegue el día en el que por fin consiga adelgazar, necesito no ser tan superficial y también dejar que los demás no lo sean. Es decir, yo estuve ayer con mis nuevos amigos y amigas, cada uno de una nacionalidad distinta, que no me conocen de antes y que cuando hablaban conmigo disfrutaban de mi compañía igual que yo de la suya. Se notaba que estaban bien conmigo, se reían de mis bromas y yo también estaba super bien con todos. Entonces pienso que muchas veces quiero ser delgada ya no solo porque siento que esta gorda no soy yo (siempre he sido delgada, hasta los 18) y porque me siento mal, sino porque no quiero que otros me vean así porque creo que van a pensar que soy una sebosa y que cómo puedo haber llegado a tal punto. 

Pero lo cierto es que a ninguna de estas personas de la fiesta le importaba lo más mínimo lo que yo peso, o si no me vienen mis vaqueros viejos, o si tengo una papada feísima cuando me río o hago alguna mueca expresiva.

Eso por un lado.

Por otro lado, sí que seguía pensando que NECESITO adelgazar. 
Había un chico guapísimo en la fiesta. A él y a su amigo los conocí el otro día en un bar y les invité a venir, así mis otras amigas también los conocerían y ampliaríamos nuestro círculo social un poco. Pues quedé con ellos, de camino al piso todo genial. Y es raro, porque yo tartamudeo y me pongo tonta cuando hablo con chicos guapos y estoy sola con ellos. Y eso, en el camino yo estaba sola con los dos y apenas los conocía, solo los había visto aquella noche y yo iba borracha, lo que conlleva que hablé mucho y ahí era sociable, pero anoche cuando los vi, obviamente no había bebido nada todavía. Pero no me puse nerviosa, había tema de conversación todo el rato y mira que tenía que hablar en francés. Me sorprendió que lo entendía todo. Ellos también eran muy agradables, hacían por incluirme en la conversación, me preguntaban cosas sobre mi vida en Francia y sobre mi día y bueno, creo que hablaban más despacio para que yo los entendiera.

Pues todo esto viene a que este chico es tan, tan, tan sumamente guapo y sabe tratar a las chicas como semejante Don Juan (te mira fijamente cuando hablas, te escucha... aunque también tiene su punto chulillo) que yo, claro, tuve que caer en sus redes. Y luego en la fiesta empezamos tonteando y hablando los dos pero luego empezaron a llegar chicas delgadas, monísimas, muy guapas... Y eso, básicamente, delgadas. Delgadas, delgadas, delgadas.

Yo era la gorda.
Odio ser la gorda.
Soy la gorda simpática.

Aparte de que eran las delgadas, no tengo nada que envidiar... Considero que en fiestas sé socializar bien con la gente, me gusta hablar con todo el mundo, hago bromas, canto, animo un poco el ambiente. Además, en cuanto al físico, no creo ser guapa pero cuando me maquillo, me quito mi acné y me hago mi super raya en el ojo rollo pin-up, tengo una cara bastante bonita y decente. Además tengo el pelo largo, largo, como siempre lo quise, y me hago ondulaciones con espuma de manera que queda super voluminoso.

PERO SOY GORDA.

Entonces, allí había otras chicas que tal vez no eran tan guapas, ni muy abiertas, ni hacían por moverse por la sala y hablar con todo el mundo... Pero eran delgadas. Y eso llamaba la atención de este amigo. Y veías como él y el resto de chicos iban por la fiesta hablando con ellas. 


Y yo era gorda.


En fin, no se trata solo de este chico ni de esta fiesta.
Esto me pasa siempre que salgo, que de repente me doy cuenta de lo gorda que soy y veo cómo todos los demás intentan ligar con las delgadas, porque claro, están más buenas... Y la gorda de mí se escuda en su complejo de inferioridad y se quiere ir a una esquina a llorar.

Y así es como una se amarga la vida.


Esta chica no está esquelética pero tiene un cuerpo precioso.
Además está feliz consigo misma.
A veces, estando gorda (pesando alrededor de 66 kg) he salido de fiesta con una actitud de reina de la noche, creyendo que yo lo valgo y que puedo hacer lo que quiera con mi vida y tener a quien quiera, y eso me ha hecho ver la vida y las cosas de otra manera. 
No me sentía delgada pero me daba igual.
Veía los chicos mirándome. Veía los bares y la diversión tal cual era: un rato para pasárselo bien y ser feliz. Ojalá fuera así siempre.



Sin embargo, no creo que pueda ser feliz hasta que no tenga unas piernas como estas. Pero comiendo como una cerdita, no lo voy a conseguir, está claro.



martes, 23 de octubre de 2012

Nunca más


Porque tiene que salir de una misma.
Porque los límites los pones tú.
Porque el auto control está solo en tu mano.
Porque no quieres fallarte otra vez.
Porque alguna vez tienes que tener ese cuerpo que tanto anhelas.
Porque te lo mereces.
Porque quieres verte por fuera igual que sabes que eres por dentro.
Porque quieres ser tú y no un saco de grasa.
Porque estás harta de la misma mierda siempre.
Porque estás hasta los cojones de volver a empezar.
Porque no quieres seguir tirando todo tus esfuerzo por la borda cada cierto tiempo.
Porque ya has llorado suficiente.
Porque ya has sufrido más de lo que te imaginarías jamás.
¡Porque no puede ser tan difícil!
¡Solo es comida!
¡Joder, cierra la puta boca!



lunes, 22 de octubre de 2012

Tísica by Christmas

Y me dice mi hermano por facebook hace unos instantes:

Dice la mama que te alimentes bien que quiere verte en buena forma cuando vengas.

Qué bien sabe que engordo mis buenos 10 kilos cada vez que me voy al extranjero. Viva mi autocontrol.

Y lo peor es que no le falta razón. Llevo aquí cosa de un mes y habré engordado unos 4 kilos. A este ritmo, para Navidad habré sobrepasado los 10 kilos más.

Día mierda

Digo dia mierda porque ya esta cuenta que llevaba la he mandao a tomar por culo, como es normal en mi, y me estoy cansando de que sea lo normal. Ya paso de decir como han ido los dias 4, 5 y 6 porque es ruina total. Quiero que lo normal sea tener una voluntad de hierro, como en otras epocas he tenido...
Fuerza de voluntad, por que me has abandonado?????????
Esta claro que por mucho que las dietas cetogenicas (protes solo o protes y grasas) te digan que puedes comer la cantidad que quieras sin restricciones, eso no funciona para una comedora compulsiva como yo.
Tengo que restringirme mucho mas todo...

PD: Sorry por la ausencia de tildes, pero es que estoy en el curro en un teclado frances (yo soy muy pureta pa eso).

Esqueleto





Vale, es de locos, pero cuando vuelva a casa por Navidad, quiero que parezca que estoy enferma. 
Que me vean tan delgada que se preocupen y me digan que parezco anoréxica.
Necesito estar escuálida, lo necesito ya.

domingo, 21 de octubre de 2012

El círculo



Tenéis que ver este vídeo, es genial. Yo no soy bulímica, que es de lo que va el cortometraje, pero sí que tengo épocas de atracones y épocas de mucho restringir, estoy todo el día obsesionada con la comida, con cuanto consumo, cuanto gasto, cuánto tengo que perder para cuando, también me he escondido de mis padres, también tengo una libreta, también me han pillado in fraganti y desde luego creo que necesito terapia y que por mucho que algún día pueda estar "curada", siempre habrá veces en las que recaiga. Es cierto, esta mierda que nos pasa es un puto CÍRCULO.

Y eso es lo que me da miedo. Dar vueltas en este círculo para siempre.

Día 3


Ayer fue el día 3. 
Fue bien dentro de no comer dulces ni hidratos.
Fue mal en el aspecto de tener horarios y cantidades normales para comer.
Comí nada más levantarme un muslo y contramuslo de pollo no muy grande y cocido. Eso fue por la mañana y no comí nada hasta que llegó la noche, antes de una minifiesta que hice en mi piso. Comí un yogur natural, un poco de jamón york con queso  y unos 70 gr de salchichón (más que dieta proteica, estoy haciendo proteínas y grasas pero cero hidratos).
Bueno, lo de cero hidratos es relativo, porque bebí cerveza y vino, pero bueno... Es que si me quito eso, ya sí que me amargo y no tengo ni ganas de salir, y ya dije que necesito salir y hacer cosas porque si no me divierto, me pego un tiro.
Bueno, hasta ahí bien, no había comido mucho si juntamos todo eso que he dicho. En total serían unas 900 o 1000 kcal, que para un día entero, teniendo en cuenta que hacía una semana tenía atracones de comerme un bote de nutella casi de una sentada, pues no estaba mal.
Pero entonces volví de fiesta y comí antes de acostarme: más jamón con queso, unas 10 bolas de carne y otro yogur. De ahí, lo que no me gusta es que no tenía necesidad ninguna de comerme eso, eran como las 3 de la mañana, estaba borracha y tenía sueño, me tendría que haber ido a dormir y punto. Pero no. Siempre me digo que no, que ese es mi punto débil, lo de no comer antes de dormir... Y al final siempre caigo. 



Lo malo: mi compi de piso se había hecho pasta y le había sobrado y estaba ahí en los fogones, en la sartén... Le cogí dos trozos de pasta. HIDRATOS. NO DEBERÍA HABERLO HECHO.
Lo bueno: mi antigua yo era una roba comidas. En otra ocasión, me habría zampado todo lo de la sartén y le habría mentido a mi compi diciendo que los de la fiesta se lo comieron o algo así (ya sabéis, el hambre del borracho), pero no, solo cogí esos dos trozos de pasta y paré. Me comí mis proteínas. Punto en boca. Ah, y también estaba ahí ese postre suyo de chocolate... Mi antigua yo, sabiendo como sabía que ese postre estaba en el frigo, se habría tirado de cabeza a por él. PERO NO. Esta vez ni me planteé comérmelo. Bien por mí. 

Espero que, como mañana  y pasado mañana trabajo mucho y llevo un horario decente, podré comer como una persona normal dentro de mi límite de protes.
Me compré un tupper para meter ahí el pollo, la tortilla o lo que quiera que me cocine, para así no tener que llevarme un bocadillo al trabajo porque no puedo comer pan.

Esta noche haré la entrada del día 4, que es hoy. De momento me voy con unos amigos a un concierto, que no me apetece nada porque tengo sueño, estoy cansada y resacosa... Y me siento mal por haber comido anoche, pero si dejo de hacer cosas por sentirme mal... Nunca haría nada. Adiós, pereza. No te quiero en mi vida.


viernes, 19 de octubre de 2012

Día 2


He seguido a muerte con mis proteínas hoy. Bastante cantidad, pero cero hidratos: yogures de soja sin hidratos, carne picada, huevos, palitos de surimi, té...

Y encima he vuelto a la tienda a comprarme los yogures (me apetecía algo que "pareciera" dulce pero que no lo fuera) y he pasado por todos los pasillos de chocolates, galletas, nutella... Me ha dado ganas de echarle mano a algo pero mi fuerza interna me decía: "No, esta vez no. Ya te has jodido bastante el cuerpo. Ya te has concedido caprichos otras veces y no te ha llevado a nada. ¿No era esta vez la definitiva? ¡Pues haz que se note, joder!"

Ahora saldré por ahí a un concierto que hay en un pub irlandés y luego iremos a bailar a un sitio de música latina. No me hace especial ilusión ni tengo especiales ganas, sobre todo porque sé que no va a ser una "night out" guay porque no tengo ni un duro y no puedo pagarme más que un vasito pequeño de cerveza... Perono quiero quedarme un viernes noche en casa por varias razones. Primero, porque lo único que haría sería comer, y segundo, porque tengo que quitarme esta pereza y hacer vida social, porque como me acomode, al final no salgo nunca y se me pasan las semanas y no hago amigos y no hago nada y no me he ido a otro país para eso. Como ya dije, hay que vencer a la pereza y estar muy activa.

Lo bueno de no beber, será que no volveré borracha y así es más fácil controlar mi fuerza de voluntad para no robarle esa copa de chocolate con nata que tiene mi compañero de piso en el frigo (que ya se la robé un día que no me quedaba nada dulce a mí y luego volví al día siguiente al supermercado y se la repuse). 

Espero poder publicar en la entrada de mañana que sigo a rajatabla con mis proteínas. 
Muaaah, ¡que tengáis buena noche de viernes!


jueves, 18 de octubre de 2012


Esta vez es la verdadera.

Día 1

Me paso a las proteínas.
He hecho una compra hoy de la que no me pienso salir en un tiempo, al menos hasta que vea algún mínimo resultado: pollo, carne picada, palitos de mar, salmón ahumado, huevos, tacos de bacon, atún...
No pienso comer ni un hidrato, cero patatero.
Me va a dar un síndrome de abstinencia del copón, pero me da igual, ya va siendo hora de enfrentarme a mí misma. Yo me lo he buscado, pues yo tengo que ponerle solución, y punto. He comido ya y me he pasado la mañana haciendo recados y he ido a todos sitios sin coger el bus (y cada sitio al que tenía que ir estaba a más de media hora a pie) así que, si he salido de casa a las 10:30 y he llegado a las 14:00, pues se puede decir que todo ese tiempo me lo he pasado andando sin parar de acá para allá.

También, mi gran problema es la pereza. Para todo. 
Siempre lo dejo todo para después:
 estudiar para un examen, hacer cosas pendientes, limpiar la casa, lavarme el pelo y arreglármelo, salir a andar, cocinar sano, hacer un dieta decente ("mañana, mañana empiezo, lo juro"), incluso salir con amigos y tener una vida social decente (lo de la vida social va por rachas, ahora tengo una racha de vaga pero hay veces, sobre todo cuando más delgada estoy, que no paro por casa y mis compañeros de piso se olvidan de mi cara).

Pues hoy no. 

Ayer no curraba y hoy tampoco. Hoy me he levantado sin ganas de hacer nada, como ayer. Solo que ayer tiré el día a la basura y hoy, por el contrario, nada más levantarme me he lavado la cara, me he vestido y me he dicho a mí misma que aunque no me apetezca hacer algo, lo tengo que hacer. He ido a hacer todas mis cosas pendientes, además andando a todos lados mis buenas 3 horas y pico. Me he levantado decidida a hacer mi dieta de proteínas también. El martes por la noche me dije que ayer miércoles empezaría. Ayer no empecé. Y ayer noche me dije que empezaría hoy. Y al levantarme no tenía ganas e iba a tirar todo por la borda, hasta que me he dicho a mí misma: "Pero, ¿qué coño es esto? ¿Hoy igual que ayer? ¿Y mañana igual? Y luego pasan los años y te quejas de que sigues siendo la misma. Tú eres el resultado de tus decisiones. Decide que vas a mover el culo y que vas a estar activa aunque no te apetezca una mierda. Te lo agradecerás."

Nadie va a venir a salvarme. No quiero que nadie venga a salvarme. Ya me tengo a mí misma.


miércoles, 17 de octubre de 2012

Harta


Siempre soy tan valiente por la noche. Cuando ya he cenado, cuando ya me he comido los dulces del día. Cuando tengo el estómago tranquilo y contento con las guarrerías que me apetecían y que no me he negado.
Es entonces (ahora mismo, dentro de mi cama, con el ordenador portátil calentándome los muslaos, tranquila y saciada) cuando me digo: venga, yo puedo, mañana empiezo una dieta perfecta (solo proteínas como carne y huevos, e hidratos sanos como verduras) y la voy a mantener hasta el día en que tenga el cuerpo perfecto. La cara con pómulos marcados. Las clavículas que sobresalgan. Los huesos de las caderas haciendo su aparición. Las piernas tan delgadas que hasta parezcan largas. 
Pero llevo años diciéndome esto y a la larga, no he conseguido ver cambio.
He adelgazado un tiempo, me he visto bien, pero ¿de qué me ha servido?
De nada.
Porque siempre he vuelto a recuperar el peso perdido.
Siempre he vuelto ha ser la gorda, aunque haya conseguido con ejercicio, dieta y esfuerzo ser "delgada" o, al menos, no una gorda sebosa, sino alguien dentro de un peso sano y normal y no por encima de lo estrictamente necesario.
Esta noche vuelvo a escribir aquí. Iba a poner que a partir de YA, voy a hacer las cosas bien. 

Eso mismo dije en mi última entrada.

Eso mismo dije, y de eso hace ya dos semanas y no solo mi mala conducta alimenticia no ha cambiado respecto a las semanas anteriores, sino que ha vuelto a empeorar y la última vez que me pesé, la balanza marcaba 73 kg. 

TERRIBLE.



No voy a decir que me siento fatal y que quiero llorar. Al menos no ahora mismo, no en este preciso instante. Pero sé que mañana, o tal vez este viernes en alguna fiesta, veré mi reflejo en un espejo y querré llorar. Querré llorar y querré volver al pasado para pegarle un buen guantazo a la Claire del pasado que se metió esos dos paquetes de galletas de chocolate en el cuerpo una tarde de aburrimiento y que después, en un ataque de atracón y ansiedad, se metió entre pecho y espalda todo lo que pilló por su casa (palitos de mar, pan con aceite, pasta cocida sola porque no hay nada más con qué acompañar) cuando ya ni siquiera le apetecía porque su antojo ya estaba saciado. Pero eso da igual. Cuando el monstruo se despierta, no hay nada que hacer.

Solo espero que un día, cuando diga que voy a cambiar desde YA, sea real. Espero que sea de verdad. Y si tiene que ser así algún día, si algún día quiero cambiar, si algún día tengo que hacer el esfuerzo definitivo, si un día tengo que ser delgada, 
¿por qué no hoy?


lunes, 8 de octubre de 2012

Gorda

Necesito que me pongan internet en casa ya. 
Necesito leer vuestros blogs.
Necesito una báscula.
Necesito dinero para un gimnasio.
Necesito motivación.
Necesito a Ana.


En el aspecto trabajo, amigos, salidas y vida en general, estoy genial. Estoy conociendo cada vez más gente en Francia y me siento muy bien en esta ciudad. Sé que voy a ser muy feliz porque tengo todas las condiciones para serlo. 
EXCEPTO UNA. LA ETERNA CONDICIÓN. Soy una gorda comedora compulsiva. Llevo todo el finde atraconeándome... Ya no solo me repugna mi aspecto, me repugna más aún mi comportamiento, mi actitud y mi obsesión hacia la comida. Eso es lo que tiene que desaparecer. YA. No quiero que vuelva a pasar: tantas etapas de mi vida he vivido "medio feliz" por tener mente (y cuerpo) de gorda. En la universidad me pasó eso, en mi año de estudios en Inglaterra también, así como en mis prácticas en Alemania...

FRANCIA NO.
NO VAS A PODER CON FRANCIA, CLAIRE GORDA.
NO VOY A PERMITIR QUE SEA UNA ETAPA DE SEBOSA. 
NO, NO Y NO. 
ME NIEGO. 
NO QUIERO COMETER ESTE ERROR UNA Y OTRA VEZ HASTA QUE ME MUERA.

Desde ya voy a ser la persona que quiero ser.
Y no me voy a permitir el lujo de impedírmelo a mí misma.
YO TENGO EL CONTROL.
Y punto.