Porque tiene que salir de una misma.
Porque los límites los pones tú.
Porque el auto control está solo en tu mano.
Porque no quieres fallarte otra vez.
Porque alguna vez tienes que tener ese cuerpo que tanto anhelas.
Porque te lo mereces.
Porque quieres verte por fuera igual que sabes que eres por dentro.
Porque quieres ser tú y no un saco de grasa.
Porque estás harta de la misma mierda siempre.
Porque estás hasta los cojones de volver a empezar.
Porque no quieres seguir tirando todo tus esfuerzo por la borda cada cierto tiempo.
Porque ya has llorado suficiente.
Porque ya has sufrido más de lo que te imaginarías jamás.
¡Porque no puede ser tan difícil!
¡Solo es comida!
¡Joder, cierra la puta boca!
Tú puedes preciosa. Requiere de esfuerzo, pero poco a poco se trata de convertirlo en hábito. Debería ser un hábito sano, pero eso suele ser lo complicado, porque siempre tiramos hacia lo que no nos combiene. En esta sociedad de hoy en día parece que vivimos para comer cuando todos sabemos que deberíamos comer para vivir y nada más. Un besazo y muchísimo ánimo, lo peor que puedes hacer es creer que no puedes porque los pensamientos negativos solo traen resultados negativos.
ResponderEliminarEn efecto. Muy identificada con esta entrada! Ánimo!! Tu puedes, sé que puedes! Concéntrate al máximo!
ResponderEliminarEstoy tan enojada conmigo misma, ke es verdad, niña... cerremos la puta boca de una buena vez por todas.....
ResponderEliminarsomos unas asquerosas... como mierda podemos vivir y mas ensima pasearnos con esta puta grasa asquerosa....
somos unas putas asquerosas que solo sabemos comer y lamentandonos.
digamos NO a la comida,.....
te entiendo y estoy tan enojada conmigo tanto como tu... asi que no comere nada por estos dias hasta el otro miercoles......
y si me alimento vomitare y me cortare, por ser una puta estupida.
Sorry.! pero es la verdad.
Suerte niña.!
Gran entrada! Me ha servido de mucho (tengo un pedazo de tarta delante)
ResponderEliminarPero es que hay veces que es casi imposible mantener la boca cerrada.
¡Mucho ánimo, y no comas!